En 1989 viajé a Brasil conjuntamente con Salvador Villa y Omar Burneo Castillo (Director del CUDIC - UNL) en ese entonces con motivo de darse la 20va. Bienal internacional de Sao Paulo para realizar una serie de exposiciones en Río de Janeiro, Sao Paulo y Brasilia a través de la Casa de la Cultura de América Latina.
La bienal me hizo meditar profundamente sobre el Arte Contemporáneo. De regreso le di prioridad a mi nueva etapa mágica, porque sentí la necesidad propositiva de darle un cambio a mi pintura, planteando un contenido fantástico, mágico, lúdico; cargado de elementos animados e inanimados; de una magia del absurdo, donde los elementos principales vuelan, flamean y dan un aspecto ilusorio de un mundo onírico e irreal.
Con el elemento casa tipo kiosco denuncio la falta de vivienda, la inestabilidad, el desamparo social, de un hombre nómada, de Vagabundos de la noche en un día y una ironía a la belleza circundante que el movimiento "magisista" quería interponer en el Ecuador.
En octubre de 1989 ingresé a la escuela de Artes Plásticas de la Facultad de Ates de la UNL, luego de ser una de las personas luchadoras para su creación, estudie por poco tiempo ya que fui invitado a exponer en el museo del Banco Central de Ibarra, me fue bastante bien con las ventas de mi obra pude comprar un inmueble donde en la actualidad mantengo mi taller y Galería de Arte.
De regreso, por exceso de faltas y por sentirme coartado de los maestros y la academia decidí abandonar mis estudios de Artes.
En 1990 conocí a Cristian Garín (poeta chileno) que desafortunadamente falleció en el 2003 en Santiago de Chile, un gran amigo y un gran ser humano, mantuve diálogos sobre Teoría del Arte por el lapso de dos años, esto me ayudó a entender mejor el panorama del Arte sobre todo Latinoamericano.
En mi obra trabajé dos exposiciones con alusiones mágicas, fantasmagóricas y oníricas; por las innovaciones que aportó recibí elogios, comentarios, premios y reconocimientos.
En 1991 viajé a Piura-Perú con un grupo de artistas plásticos del CUDIC de la UNL, y UTPL para participar en el Primer Salón Latinoamericano de pintura contemporáneo, organizados por las Universidades del Norte del Perú y Sur del Ecuador, pero los problemas limítrofes aún estaban latentes con nuestros vecinos del sur, entonces pasé realmente mal, porque trataron de involucrarme con espionaje, luego de robarme 120 dólares sosteniendo que eran falsos, estuve detenido una noche y un día; salí sin cargos gracias al Cónsul Ecuatoriano designado en Piura; realmente me hicieron renunciar momentáneamente al Arte, porque uno lo que desea es difundir el arte, la cultura, no importan las fronteras políticas, la religión o la manera de pensar de las personas encargados de la seguridad o la presión de los países en general.
LA MAGIA DEL ABSURDO
En esta magia del absurdo, como yo la he denominado, he ido encontrando la libertad del vuelo, donde los elementos animados y sobre todo inanimados flamean, descienden, y hasta quieren vivir en el aire; porque el espacio es fuente tranquila para la vida y para la libertad; en ello encuentro, casas, hojas, nubes eróticas, hiervas verdulentas y hasta nosotros mismos; casas que son kioscos que han sido fabricados rápidamente por el hombre y donde se desarrolla deliberadamente su mundo, evitando así su encierro, encrucijada en el mundo ajeno; aquí el hombre no huye, sino que quiere ser, quiere existir frente a todo, como las mariposas sin dirección. Entonces el absurdo de las cosas y del propio hombre no es lógico es ilógico, es irreal y abstracto, a veces es ingenuo, pero es futuro, es libre, es el despliegue a lo terrenal a lo normal del cotidiano vivir; además es absurdo porque el hombre puede vivir hasta en su casa de juguete o de un sueño de collares. Siendo absurdo, mejor dejo que ustedes observen y las propias obras hablen, porque lo que yo pueda manifestar está demás.