. PRIMERA ETAPA:
LÍRICA NARRATIVA - COSTUMBRISTA (1980 - 1985)
Los cuadros pictóricos de Ángel Aguilar, contienen una imagen de realidad vivencial de los tiempos sociológicos, como en todo arte hay un estilo, puedo decir que Aguilar ha logrado el suyo y lo realiza de forma tan sensible y gran expresividad, manifestando un arte popular, social y costumbrista de los pueblos, identificándose netamente con la clase explotada y marginada que lo manifiesta en forma de denuncia social.
Es notable además, una búsqueda de técnicas, de formas y hasta materiales distintos, logrando un colorido y estética formalista que se identifica por dar un verdadero contenido, mensaje social y filosófico a través de sus obras, que desde ya es un auténtico valor en las bellas artes y estoy convencido que en un futuro no muy lejano llegará al sitial que le corresponde.
Dr. Mario Valarezo Cueva
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Un arte realista, de denuncia social, comprometido con las raíces de su pueblo, es un Arte que le trae consigo más de un dolor de cabeza a quien lo practique, lo difunda y lo defienda. Pero cualquier avatar es poco si el artista cuenta con el convencimiento firme de que su obra, viene del pueblo, es del pueblo y tiene que ir al pueblo, a esa gran masa popular que en más de una ocasión es apartada del disfrute del arte, con un puñado de pretextos inútiles, poco convincentes.
Es una temática de orden realista, que opina, que informa directa y frontalmente, es en la que se halla Ángel Aguilar, pintor que permite a sus cuadros que hablen con mayor elocuencia que la que muchos quisieran utilizar en sus canciones de protesta o en sus proclamas ideológicas.
Y allí está Ángel, necio, perseverante, lacónico para gritar pictóricamente, muchas denuncias que a fuerza de opresión se ha vuelto murmullos en labios de proletariado.
William Brayanes
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MANIFIESTO TALLER DE PINTURA “RAÍCES” DEL CAN
En este mundo convulsionado y oprimido del convivir humano, donde el hombre explota al hombre y el imperialismo arremete cada día más al sometimiento cultural, esto influye a que nuestros artistas manifiesten su arte y su cultura distorsionada y contaminada, para callar su voz y su pensamiento y mantener el silencio y el quemeimportismo frente a la explotación, represión y tortura de los pueblos libres.
Frente a esto nos hemos reunido un grupo de Artistas Plásticos realistas sociales para a través del Centro de Arte Nacional, fiel Institución arraigada a su noble causa de un Arte Nacional, Popular y Realista, para expresar pictóricamente nuestros objetivos y principios esenciales para un mejor desarrollo cultural de nuestro pueblo.
Del pueblo venimos, de él vamos tomando el largo camino de un viejo caminante y de un forjado árbol arrancamos las costumbres y vivencias de los nobles pueblos para reflejar su alegría, su tristeza, su sueño y su flacura; reflejar el pálido barro y pies adormecidos de un campesino, de un indígena, de un obrero. Reflejar el pasado y futuro del proletario humilde, pero valiente luchador y forjador de su camino.
Somos de los que observamos, escuchamos y expresamos, no somos de los que se escudan tras una marcha brusca y muda, somos realistas junto a una sociedad estrecha y sobreviviente, frente al sarcasmo elocuente de las clases dominantes.
Ángel Braulio Aguilar M.
. SEGUNDA ETAPA:
ESENCIA HUMANA -ROSTROS-PIES-MANOS- (1985 - 1988)
La expresión plástica - pictórica de Aguilar está dada para aquellos en cuyos espíritus aún están encarnados el amor al hombre y la confianza en su poder creador y suscitador de cambios y transformaciones.
La verdadera presencia social y cultural de un artista, para ser tal, deberá ser motivante de reflexión creadora, impulsora de voluntad renovadora y dinamizadora de decisiones. Sin remilgos, considero que la presencia de Ángel Aguilar encaja en estos requerimientos. Su obra está allí, dada a nuestra percepción senso–espiritual, no para agobiarla con enormes masas de figuras y colores, sino para incentivarla con sutiles pero patéticas sugerencias encarnadas en trazos, imágenes y colores revestidos de un acentuado y objetivo realismo. Su temática fundamental se circunscribe a nuestra problemática humana de sociedad subdesarrollada e históricamente postergada hasta la saturación. Gran parte de las obras que integran esta muestra, están dentro de la serie, aun inconclusa y que nuestro autor ha denominado “La Esencia Humana”. Los elementos que constituyen la forma instrumental de su expresión plástica evidencian la esfera sensorial del hombre que, en definitiva, constituye la ventana, siempre abierta, a través de la cual nos asomamos al mundo para aceptarlo, interpretarlo, conocerlo y hacerlo nuestro, de manera existencial. Manos, pies, ojos y rostros ocupan los primeros planos, codificando mensajes que constituyen verdaderos retos a nuestra inercia costumbrista hasta rayar en sugerencias hacia el compromiso con la esperanza y con el cambio. Es un realismo patético, contradictoriamente alegre y festivo que invita a la reflexión creadora, a la voluntad dinamizadora y a las decisiones finales. Son manos gigantes que nos confirman en la certeza de que aún podemos y debemos amasar esperanzas.
Pies robustos que nos impulsan a abrir y andar nuevos caminos. Ojos cerrados para soñar y ojos abiertos para avizorar nuevas utopías, como individuos y como pueblo. No son manos para protestar, sino para crear. No son pies para la retirada, sino para la marcha hacia adelante. No son ojos para llorar, sino pupilas para construir horizontes. No son rostros para la mueca amarga y la desesperanza, sino para la estoica y serena sonrisa que anidan mañanas de novedosa promisión. Se une a todo esto, la equilibrada utilización del color ponderadamente alegre y equilibradamente humano y esperanzador que codifica y emite nuestro forjado artista plástico, Ángel Aguilar.
Jaime Celi Correa.
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Emitir un criterio acerca de una obra pictórica, no es cosa fácil… debería uno haber podido penetrar en la interioridad del autor para decir algo de la esencia de su expresión plástica.
Ángel Aguilar carga casi el decenio en su anhelo de plasmar una realidad. Si bien la técnica y la temática han permanecido desde sus inicios, se nota su notable progreso de su época primera.
Aguilar nos presenta hoy –parte de la serie- “La Esencia Humana”, es un relato pictórico de una “realidad de las cosas” en función social, una denuncia muy propia de la tendencia plástica de los últimos tiempos; una composición que busca el movimiento como elemento dialéctico, acaso excesivamente cargada, sin dejar espacio vacío que apacigüe y sosiegue el espíritu.
Una “Esencia Humana” que hable de genocidio, etnocidio, relegación, sin pan…, razas descalzas, descensión obrera, sequia, entre otros, está hablando de una esencia de finitud, sujeción a la muerte , autodestrucción. Hasta el elemento “pies” pareciera estéticamente ahondar esta problemática social. Ciertamente todo objeto puede ser motivo de una concepción estéticamente bella y lo es más si tiene relación al microcosmos del cuerpo humano en su totalidad o en alguna de sus partes, como el rostro (la más clara expresión del alma) o las manos (predilección de Eduardo Kingman). Pero, hacer del pie –como elemento estético- casi el único elemento de la composición no deja de llamar poderosamente la atención dentro de esta esencia humana. Los pies que transitan por los senderos, que abren caminos, que cargan con el peso del cuerpo y las culpas, los pies descalzos zaheridos por los guijarros puestos por el destino de principio a fin de nuestra ruta y fueron los pies del Divino Redentor los que cargaron con la cruz hasta el calvario y son los pies desnudos los que cargan con el dolor de ese otro Cristo que es el hombre de nuestro pueblo.
¿Está viendo el artista una negatividad de la condición humana?, ¿Conoce Ángel Aguilar el conflicto entre lo que el hombre es esencialmente y lo que es realmente?
En la presente muestra pictórica, nuestro artista nos podrá hablar con su plástica acerca del enfrentamiento del hombre con la realidad, pues en este enfrentamiento se funda el lenguaje humano.
Ticiano Cagigal García
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LA EXPOSICIÓN PICTÓRICA “AGUILAR 89”
A Ángel Aguilar lo habíamos visto en su vida adolescente tratando de cruzar por los campos de la música, quizá llevado no tanto por la fuerza de una vocación cuanto por descubrir si en esa manifestación del espíritu: la música, encontraba la sintonía de su inquieto mundo intrínseco.
Pero pronto tuvo la capacidad para encontrarse así mismo. Comprendió que el poderoso vuelo imaginativo y una fuerte percepción sensible se entrelazaban tenázmente con la mágica habilidad de sus manos. Manos mágicas y traviesas que le causaron más de una expulsión en el colegio “Bernardo Valdivieso” cuando tornaba el pizarrón como un apetecible lienzo para caricaturizar personajes o para modelar sugestivas figuras femeninas.
Y por supuesto que Ángel tomó muy enserio aquella expulsión reintegrándose posteriormente a las aulas Bernardinas con nuevos bríos y como un soñador de ideales, no solo que se empeñó por conquistar con garra y sacrificio la dignidad de Abanderado de su plantel, sino que se desafío a sí mismo para cambiar el “lienzo” del pizarrón por el verdadero lienzo plasmado de realismo social en los cuadros pictóricos que hoy una vez más nos deleita con su nueva exposición en el museo del Banco Central de Ecuador.
Este joven pintor lojano con sus treinta años de vida ya ha logrado escribir con su plástica una buena trayectoria de cultura artística lojana y nacional. Hasta el momento ha pintado innumerables cuadros y ha realizado alrededor de 22 exposiciones a nivel local y nacional, habiendo obtenido ocho significativos premios y más que ello, Ángel Aguilar, tiene el privilegio de haber conquistado dentro del ámbito Nacional e Internacional el interés por sus cuadros que han sido adquiridos por coleccionistas latinoamericanos y europeos, que saben del Arte pictórico y fundamentalmente conocen de la temática y de esa especie de cubismo futurista que encierran los cuadros de este artista.
Es que Ángel Aguilar sabe que el cubismo es un movimiento vanguardista que reivindica la autonomía absoluta de la obra de Arte y que va más allá de la simple reclamación subjetivista y estilista del expresionismo. Con el cubismo se inicia el proceso de búsqueda de lo propiamente artístico. La ensimismación de las artes contemporáneas. El cubismo pictórico pretende expresar la “esencia” de la realidad a través de la simultaneidad de sus formas geométricas mas significativas. La inserción de un mismo lienzo plano simultáneo de manifestaciones o formas diversas supone cierto predominio del intelecto, lo que el artista sabe del objeto sobre el elemento sensorial, lo que ve. A la par del cubismo, los pintores futuristas pretenden mostrar una realidad ya no es en sus formas esenciales sino en pleno movimiento, colocan al espectador en el centro de un cuadro que intenta reproducir una sensación dinámica de la realidad.
Por ello es que Ángel Aguilar admira mucho a Picasso y a no dudarlo, fue Picasso quien dio el punto de arranque del cubismo con sus dos cuadros denominados “Les demoiselles d´Avignon” (Las señoritas de Aviñón) y la serie de “Horta del Ebro” a los que le siguieron otros pintores como George Braque, Juan Gris, Albert Gleizer y otros.
La exposición “Aguilar 89” de la serie “Esencia Humana” es una muestra refinada del estilo de este artista que bulle por presentar al hombre injustamente marginado y explotado, con la cara frente al sol y con la fortaleza de su espíritu listo a conquistar con rabia lo que le es suyo: su dignidad humana.
Cuarenta y cuatro cuadros logran conseguir en medida un “método dialéctico de trabajo” para dar un mensaje cargado de contenido social y orientado a elevar la conciencia crítica de nuestra realidad en procura de la adopción de lo antagónico al que históricamente está llamada a dirigir la masa humana hasta hoy oprimida.
Luego de habernos regocijado con la fuerza expresiva de las obras pictóricas de Ángel Aguilar nos queda la ocasión para felicitarlo por su entrega intelectual astronómica, felicitación que le extendemos también a quien fuera uno de sus grandes motivadores: el Profesor Gerardo Sáez.
Es de esperarme que las instituciones y ciudadanía en general sepan valorar y recompensar talentos de la naturaleza, pues lamentablemente que obras de este pintor y otros artistas de la plástica lojana, hayan merecido una total acogida fuera de nuestros linderos provinciales, antes que dentro de su propia cuna. ¡Acaso tendremos que seguir respetando el sentencial aforismo de que “nadie es profeta en su propia tierra”!.
Lic. Benjamín Pinza Suarez
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La obra de Ángel Aguilar 89 nos sugiere seis años de incesante búsqueda en el inacabable taller de la verdad artística, cayendo en los inevitables fracasos, pero reincorporándose frente a los no menos inevitables aciertos.
La aguda preocupación de Ángel por los problemas esenciales del hombre, convierten a su obra en una ventana a través de la cual el espectador puede atisbarse a sí mismo, ya como víctima o victimario, ya como agresor o como agredido dentro de una sociedad injusta, desvalorizada y cínica, donde el personaje central es el individuo, cazador y presa de sí mismo.
Manos y pies macilentos que hablan por sí solos; rostros pintados de angustia y desesperanza; cuerpos famélicos en intensos tonos violetas, rojos, azules y amarillos, vuelven al trabajo de Aguilar, en un planteamiento bellamente estético, pero no puramente decorativo, sino más bien cuestionante y de denuncia.
Sin lugar a dudas, la temática utilizada, lo convierte al autor en un artista comprometido con su pueblo y su realidad, sin que ello implique un pintor que explota pintando al hombre explotado.
En fin, la obra de Aguilar 89 –como el mismo lo califica- es una obra que se basa en la realidad de las cosas y no en las cosas de la realidad.
William Brayanes
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Ángel Aguilar: he aquí un trotamundos de la plástica. Su intuición, su autoformación, su condición de observador profundo de los meandros en la literatura plástica, primero; de imitador, después; de abandono de modelos finalmente, hace de Aguilar un hombre ya cargado de pinceles, paletas, óleos, acrílicos, acuarelas, pasteles, situado allí en la lucha del inconforme, que buscando permanentemente la identidad de la obra, la paternidad de la obra, la originalidad dela obra; quiere plasmar ese concepto en la gran realidad plástica.
Su “esencia humana”, cargada de un potencial de denuncia no es sino esa emotividad del artista que desea cambiar y transformar esta realidad dolida por una desigualdad, lacerada por el odio, la enemistad, la destrucción… Aguilar es un nuevo grito social que abriga esperanza por hacer conciencia allí donde no la tienen y la deben tener por generar esa transformación en un mundo que continuamente está evidenciando las profundas desigualdades.
Dr. Fausto Aguirre
. TERCERA ETAPA:
MÁGICA (1988 - 1990)
PINTOR MÁGICO
Es sed de sal, humana, sangre abierta al color que pronuncian tus manos a aquellas bestias insensibles.
Ángel no busca las caricias de tu injerto lengua, de esa catarata de nudos. Vacía el deseo de la semilla, perdida en la madurez del pozo humano. Abre las mariposas a la aventura colectiva. Allá, quedan tus hechizos.
Cristian Garin – Poeta Chileno.
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La expresión de Ángel Braulio Aguilar, más que una determinada disciplina artística, es forma de contenido, que nos traslada a la génesis del momento creador, a ese espacio íntimo, donde la materialidad desaparece para dar paso a la materia renovada, producto de la búsqueda incesante, ansiosa de nuevos mundos, mundos que potencialmente se nos presentan llenos de luz, cristalizando el tiempo y el espacio personal, reteniendo la magia y fantasía de lo absurdo e irreal. La muestra nos regala energía, aquella que es producto de la estimación de los sentidos, aquella que se genera por el descubrimiento del espacio infinito, por el sentido increíble de la muerte, del caminar incesante por senderos que nos ofrecen la vida.
En los últimos años Aguilar nos ha permitido compartir sus nuevos hallazgos, que son un aporte a la plástica del país, son imágenes que se han ido articulando en manifestaciones más sólidas que no inhiben la poderosa búsqueda de lo actual, que permiten que este artista nos ofrezca hoy una muestra de su hacer plástico, pero que necesariamente es una etapa; mañana Aguilar nos ofrecerá nuevas proyecciones, nuevos espacios internos y externos, es la creación constante, es la curiosidad no satisfecha de un hombre que se está proyectando todos los días de sombra a luz y de luz a espacio.
Alejandra López de Camuz (Maestra Chilena en Artes Plásticas)
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LA MAGIA DE LO ABSURDO EN LA OBRA DE AGUILAR
Toda obra artística no precisa de abogado ni fiscal para su juzgamiento. Se defiende o acusa por si sola. Está allí: desnuda, extrovertida y frontal, pero igualmente relativa y controversial, pues para lo que para algunos es bueno, para otros, no. Fiel reflejo de lo que acontece diariamente en este loco carrusel llamado mundo.
De allí que en lugar de opinar sobre lo que a mi juicio constituye la plástica de Ángel Aguilar, convoco a ustedes a dejaros estar frente a su propuesta pictórica, a su universo personal, donde lo real y lo mágico hacen el amor sobre un chal de colores, tejido con los pinceles del trabajo incesante, como características especial de este joven pintor lojano.
Casas que se suspenden en el aire, globos que fluctúan como los sueños, torres despanzurradas, relojes que se disparan, nubes sensuales y eróticas y elementos que se entremezclan en el espacio hacia el umbral de lo ficticio, son la tónica que marcan hoy la nueva producción de este silencioso obrero intelectual.
Aguilar viene a un largo viaje por la ruta de la creatividad. Sus principales puertos han sido: el indigenismo, el realismo y la denuncia social, hasta arribar a este escenario mágico donde el dolor se tronca en ilusión y la quimera en pedacitos de arco iris.
Ni surrealismo ni naif, ha dicho Ángel, simplemente una sincera propuesta en este largo peregrinar, rumbo a la caza de esa criatura mitológica llamada Originalidad.
Y bien, no digo más. Usted tiene la palabra.
William Brayanes
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La pintura de Aguilar se inscribe dentro de las tendencias realistas mágicas, muy en boga en america latina.
Este tipo de pintura, hereda del surrealismo, tiene en nuestros países, características propias de colorido, simbolismo y composición, lo que hace de ellas una obra diferente.
Oswaldo Páez
. CUARTA ETAPA:
ESCENARIOS - VEGETALES Y HUMANOS - (1990 - 1995)
La poderosa reminiscencia de la técnica de Siqueiros, salta en la materia casi volumen, casi escultura de las texturas de Ángel; es la desesperación del artista por hacer veraz la realidad que inventa, la poesía que más allá del existencialismo se constituye un símbolo y que, atravesando la circunstancial, tipifica la vida.
Eddy Crespo
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Hace aproximadamente 10 años, tuvimos ocasión de visitar la ciudad de Loja, un numeroso grupo de músicos, poetas y pintores.
Y fue grato ponernos en conocimiento y entablar una fraterna relación con quienes hacían el proyecto CUDIC de la Universidad Nacional de Loja.
Entre las personas que nos brindaron la más calurosa bienvenida y apoyo se encontraba Gerardo Sáez, chileno, Director del grupo de muralismo del CUDIC, hombre de gran sensibilidad y dedicación entre cuyos pupilos se encontraba Ángel Aguilar, que junto a otros talentosos artistas habían llevado su experimentación hasta las paredes de todas las facultades de su Universidad, con obras evidentemente artísticas.
Pasarían varios años y con ocasión de la colocación de mi escultura la “Venus de Jipiro”, casualmente me encontré con Ángel nuevamente y con el afecto acostumbrado, me invitó a conocer su nuevo trabajo, obras como siempre, de gran formato y ya superada su fase de simple denuncia, con reminiscencias surrealistas, que esta vez, desarrollaba la temática más íntima de la existencia del hombre.
Posiblemente esta interiorización, era más colectiva y más trascendente que sus primeras manos hechas de hueso y callos, afectados por su coterráneo y maestro Kingman.
Eran estas obras una mezcla barroca superpuesta y contradictoria de todos las experiencias humanas como requiriendo abarcar cada obra, el largo anhelado de los pintores ecuatorianos de captar el rostro fidedigno de los hombres que pueblan este país.
Eran reminiscencias expresionistas sobre todo el angustioso y sarcástico James Ensor y sobre esas cabezas, horizontes desolados hasta el vértigo, queriendo, tal vez, representar lo que la muy noble, castellana y leal ciudad de Loja ha sido postergada.
Sin embargo, no ha podido arrinconarse la cultura, el arte y todas las cualidades sensitivas de las personalidades lojanas que en las diversas disciplinas del arte, nos han hecho sentir las posibilidades de un espíritu altivo y de un arte, de estatura contra todo tipo de fatalismo.
En una de las visitas al Banco Central, tuve la grata sorpresa de encontrarme nuevamente con Ángel Aguilar, a través de su obra que se hallaba expuesta en las salas del museo.
Y sin que supiera de nuestra amistad, se me informaba que se trataba de un lojano “infatigable en esto de la pintura”, pero yo conocía bien la febril producción de Ángel y conocía que siendo esta una nueva etapa de su obra, era una nueva reflexión y desarrollo técnica y de sustancia de un artista en cuyas uñas no dejará de filtrarse el óleo y la trementina.
Eddy Crespo – Riobamba
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El año 92 comienza a renovar su obra y trabaja la serie denominada “ESCENARIOS”, que representa para el pintor, escenarios exteriores que tienen mucho contacto con la naturaleza y los interiores lo que tiene como protagonista principal al hombre.
Es importante hacer notar la constante búsqueda de identidad de Ángel Aguilar, lo que le ha permitido ir definiendo su línea de pintor, los materiales, el color, las texturas, los recursos pictóricos, la pigmentación que utiliza en sus óleos y acrílicos le aseguran poco a poco ir encontrando esa soltura que solo tienen los elegidos.
Las tendencias nuevas del Arte están en esa búsqueda de nuevos recursos y símbolos artísticos que es en lo que el pintor ha puesto mayor énfasis y es la propuesta que presenta hoy en estas salas.
El lenguaje de expresividad es el reflejo de las necesidades de la sociedad.
Hoy el pintor nos presenta una muestra de libre concepción y criterio dejando que exista un diálogo entre el espectador y la obra.
Finalmente quiero invitar a las personas que hoy nos acompañan, a admirar la obra y expresar en sus diversas formas el apoyo muy necesario en estas ocasiones.
Arq. Rómulo Hidrovo
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Para hacer una obra, cuantos recursos y entre ellos el mayor: “EL TIEMPO” se requiere; para interpretar y valorarla se necesita igual o mayor tiempo.
Por ahora mi mensaje al artista Ángel Aguilar y por su mensaje a todos los artistas lojanos, ecuatorianos y latinoamericanos es:
Si el artista consigue una buena cantidad y calidad sensibilizar a la “Sociedad Vegetal” (título de una obra de Ángel Aguilar) y con ello lograr que la sociedad vegetal deja de serlo y pase a ser admiradora y valorizada de la naturaleza y con ella de los vegetales, entre otros valores de la vida, el artista ha logrado muchos méritos en su existencia.
Felicitaciones y adelante a construir la pintura del nuevo milenio.
Ángel Valarezo Palacio
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Ángel Aguilar se viene destacando de entre los jóvenes pintores lojanos, como uno de los más preocupados en el empeño de avanzar por los enrevesados caminos del arte.
La muestra que hoy nos presenta, nos dice que si de esa preocupación que todo artista joven y consiente experimenta y que es la búsqueda de un lenguaje que identificándose con su carácter, le permita un fácil diálogo y comunicación con el espectador.
Por ello ahora vemos un trabajo sin descanso, en donde la investigación y la práctica permanente que han permitido a Aguilar, comenzar a descubrir y extraer de su intimidad las razones y motivos para sus últimas obras, -como es el caso de su “NATURALEZA CASUAL” y “HACIA EL ESPACIO AZUL”– lo que creo le liberará, de los estereotipos y los dudosos así como cuestionables argumentos que condicionaban y limitaban su obra.
Por lo que pienso que estos “ESCENARIOS” que hoy nos presenta Aguilar, además de ser lo último que él ha realizado será el comienzo de una prometedora y auténtica carrera artística.
Rómulo Idrovo Idrovo
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Ángel Aguilar ha desarrollado su vocación plástica desde su infancia. Ha trabajado en varias técnicas y temáticas y como pintor que demuestra poseer buena madera de artista, es un constante buscador.
Actualmente en su serie ESCENARIOS, parece ingresar en el “Informalismo” contemporáneo que postula un tratamiento de texturas a través de las cuales el creador se expresa pictóricamente. Aguilar combina, con acierto compositivo y dominio cromático, las superficies texturadas y los tratamientos planos. Incluye ocasionalmente bolsillos abultados, tapas, semillas, pedazos de cartón, con lo que lejos del tratamiento “pop”, se aproxima al movimiento “Matérico”, en donde la utilización destacada de la materia sirve como vehículo de transmisión del espíritu y el pensamiento.
Sus obras de intenso colorido, que hablan de una gran alegría de vivir, nos presentan extraños personajes, árboles humanizados, casas convertidas en frutos o en hojas otoñales, bosques antropomorfizados, rocas troncos, volcanes; elementos todos ellos que no son una representación de la realidad circundante, sino visiones de una realidad interior que arregla y desarregla percepciones y conocimientos.
Aguilar maneja su obra con tratamiento límpido, demuestra un conocimiento profundo de la técnica pictórica y un deseo de buscar y aprender, de experimentar y encontrar, con lo cual se vislumbra como un artista que promete mucho.
Magdalena Gallegos de Donoso – COORD. DE MUSEOS B.C.E.
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La obra de Ángel Aguilar (Loja, 1958) sigue, desde sus orígenes, unos caminos muy personales. Con más de diez años de investigación en técnicas y materiales, este artista ha desarrollado un particular sentido plástico, que le permite ver al mundo a través de diferentes unidades temáticas.
Superando la expresión dibujistica, Aguilar incursiona en la metamorfosis de la imagen, desfigurándola hacia lo fantástico. Los suyos son unos seres que se asocian a la materialización del ritmo, de la fuerza reprimida, en una filiación temperamental descarnada y fetichista.
Gracias al empleo de pigmentos, sílice y arenas, sus masas texturadas aparecen como sugerencias cromáticas, atrevidas y audaces. Y mientras la acción artística se detiene en el empaque grueso, trabajosamente elaborado, su creatividad cumple el papel de ente transfigurador que apunta a lo humano, en su condición de frágil y cambiante.
Ines M. Flores
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Por la gran iniciativa de los funcionarios del Museo de la Institución en la Ciudad de Loja y confirmado que nuestro trabajo se realiza en un contexto nacional, presentamos a consideración del público ecuatoriano la obra plástica de un joven lojano Ángel Aguilar.
Son muchos los méritos que encontramos en su obra, lo que particularmente me agrada, conociendo y compartiendo con él sus vivencias, es esa constante búsqueda de identidad propia como pintor tanto en la temática cuanto con los recursos que utiliza para reflejar su singular modo de ver el mundo, su provincia y sus habitantes.
Esta muestra justifica dentro de un proceso, al cual la institución ha venido sumándose como uno de los pilares fundamentales del desarrollo cultural del país y a través de ella confirmamos nuestra convicción de servicio, brindando espacios para que los pintores jóvenes muestren su obra en todas las latitudes.
Así mismo reiteramos que la reconstrucción interna, en la que estamos inmersos, está encaminada a optimizar los recursos con los que se cuenta para así ofrecer una mejor proyección de todas las unidades que conforman el subcomité de programas culturales, dentro de una nueva política cultural.
Lcdo. Augusto Tamariz Baquerizo – Secretario Ejecutivo Subcomité de Programas Culturales Banco Central de Ecuador.
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A ÁNGEL: UNA VIDA, UNA OBRA
De súbito, al unísono, se resume mi tierra en un sabor, en una textura, en un olor, en el acorde de un vitral para los cinco sentidos; en la retardada sílaba de un coro, en donde leemos el polen de los mitos.
Luis Cardozo y Aragón
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El hombre a través de los siglos sigue comunicándose por medio de ideogramas, mensajes sublimes, llegando a nuestros días con una nueva tipografía creativa en formas de mensaje. El hombre de las cavernas nos dejó un gran legado de lo que pasaba en su entorno natural, no sabían escribir pero describieron con gran exactitud su mundo en el cual se desenvolvían.
Loja de origen colonial es un sitio agrícola, multiétnico y pluricultural como nuestro país, su compleja historia se entreteje desde hace 500 años, las milenarias raíces indígenas con los hilos igualmente antiguos de la cultura occidental y lo ata a una nueva modernidad ambigua que dada su peculiar estructura social, para buena parte de la población significa un desarraigo.
Pero a la inercia de los acontecimientos se contrapone la resistencia de la cultura y lo mejor del pensamiento lojano, en donde prevalezca la justicia, la igualdad y la libertad, hijas del conocimiento y del respeto.
De frente a esa modernidad antigua el pueblo lojano se presenta como un tejido vivo y multicolor, que aún no define su diseño pero dado la universibilidad de la historia, la alternativa no es rechazar la modernidad sino crear un diseño, una identidad local y nacional que integren los hilos que provienen de los diferentes estratos sociales y de las diversas culturas, incluyendo por supuesto lo que aporta la internacional cultura moderna. Desde este punto de vista, ambigüedad no reside en la modernidad sino en la identidad.
Siempre en el ámbito de la modernidad, es el campo del Arte donde se han dado los aportes más significativos para la creación del diseño que define la integridad cultural de Loja, quizás porque la sensibilidad de los artistas es la que se resiente más profundamente ante lo que hace falta y porque la esencia misma de su trabajo es proveer a la comunidad los símbolos que la identifiquen consigo misma y la diferencian de los demás.
Este es el caso de que el Arte lojano contemporáneo ha seguido un itinerario no solo de investigación formal sino también de profundización en lo antiguo, lo indígena, en lo físico, lo social, local y universal, camino a la búsqueda de un lenguaje propio adecuado para la expresión genuina de las múltiples facetas de la lojanidad (pintura, literatura, música y las otras manifestaciones artísticas que desarrolla Loja).
Quizá el ejemplo más claro de esa sensibilidad artística que deviene en conciencia y determina itinerarios creativos sea el caso de Ángel Aguilar, que se ha forjado a golpes de muchos sacrificios y esfuerzos, manteniéndose a escudriñar por los laberintos más encrucijados de la creación del hombre; buscando en lo más recóndito de su conciencia formas, colores, expresiones, perspectivas, de creador, de luchador. Es decir que el Arte de Ángel es contemporáneo, es consiente que trata de descubrir o rescatar vínculos con un decidido carácter conciliatorio, no obstante es combativo individualista de las personalidades plásticas. Por otro lado ya la luz de los hechos debe entenderse como un apasionado del arte. En efecto la creación artística más genuina de nuestro artista desborda siempre en lo más puramente estético o mejor dicho surge de una estética apegada al contexto social nuestro y susciste en un primer momento adhesiones y rechazos rotundos y ve renuentes pero que de todas maneras amplían el horizonte cultural de los individuos y fortalece el diseño de una identidad más comprensible de nuestros propios problemas sociales enraizados en nuestra sociedad lojana.
Lic. Fabián Figueroa Ordoñez
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Ángel Aguilar es, sin duda una de los artistas plásticos más significativos que tiene Loja y el país.
Como todo buceador ha localizado como hallazgo polifacéticos motivos para su obra, que por dilatada y prolífica constituye un ejemplar referente de las nuevas y emergentes corrientes pictóricas lojanas.
Aguilar tiene a su haber un innumerable contingente de premios y exposiciones que resaltan su valía de pintor y su indesmayable creatividad.
La Casa de la Cultura Núcleo de Loja, se siente orgullosa en presentar esta muestra perteneciente al formidable y delicado pulso de Ángel Aguilar.
Stalin Alvear
. QUINTA ETAPA:
NEOFIGURATIVO - EXPRESIONISTA (1995 - 2010)
Aguilar es un artista de instintos, de cambios, de transformaciones. Su obra es emotiva y en ella perdura la razón sobre el momento dado. Él, inscribe lo comprensible en dos contrastes dramatizados: una natural implícita y sensible de la forma, y otra genérica, segmentaria, ligera y libre de sus fondos complementarios; éstos, reunidos hacen un tono conceptual–social cuyo significado es característico a la problemática actual.
Este artista a veces concentra sus imágenes en grupos de líneas y planos, de formas y colores rápidamente dados y sutilmente cambiantes.
Lo composicional se refleja en tensiones perpendiculares de choque formal e informal. La destreza de sus trazos con colores fuertes y agresivos oscila en sus pinturas, mientras que el blanco y el negro con texturas superficiales dan firmeza de la síntesis en la forma dibujada. Su signo está en hacer ver la realidad de las cosas y no las cosas de la realidad. En general su obra es de un arte neo expresionista figurativo que traspasa lo contemporáneo.
Néstor Ayala
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Escenas de Ángel Aguilar
Escenas fragmentadas y destellantes, pinturas elocuentes de una sociedad merlinesca y desvalorizada, conjuntos de rostros expresivos y arlequinescos; superposición de planos y ubicación de imágenes, conforme el texto pictórico de una veintena de obras denominadas “De la sociedad de consumo” de Ángel Braulio Aguilar Masaco (Loja, 1958).
Ángel Aguilar trabaja cuadros muy coloridos, con buen empaste en las figuras protagónicas y fondos lisos, tratados con valores planos, generalmente. Su composición sencilla y equilibrante, es apropiada para su expresión. En algunas obras el pintor meridional emplea secundariamente el “frotis” con buen sentido y factura.
Él empezó de 1980 a 1982, con una etapa intimista narrativa; siguió una expresionista-social y costumbrista de 1983 a 1985; entre 1986 y 1988 cumple un periodo que titula “De lo humano esencial” (rostros, pies y manos en disposiciones arbitrarias); de 1988 a 1990 presenta la serie “La Magia del Absurdo”; en 1993 a 1994 trabaja “Escenarios humanos” y consecutivamente de 1994 hasta 1996 “Escenarios Vegetales”. De ahí viene escenificando al hombre de sociedad, como la obra actual, conjunto curatorial de sus últimas transmutaciones.
Aguilar aborda lo humano y ecológico, creando figuras antropomorfas neo-figurativas. Ha indagado el asunto social-ambiental, del que ha incorporado signos y símbolos. Para él, ha terminado la descripción pura en la narración. Ahora mezclas objetividades panorámicas, con mitos, sueños y visiones. Así, la aspiración humana hacia la concienciación lo lleva a imaginar y crear con una sátira social, junto a objetos en construcción y/o destrucción, lo que da pie a Magdalena Gallegos de Donoso, para afirmar que se trata de: “…elementos que no son una representación de la realidad circundante, sino visiones de una realidad interior que arregla y desarrolla percepciones y conocimiento…” en cuanto a sus fondos escénicos.
La propuesta conduce argumentos del realismo neoexpresionista y hasta del costumbrismo, el primitivismo y el barroco mestizo. Con todos estos antecedentes de la panoplia pictórica latinoamericana de hoy, Aguilar adoba a su sazón su manifiesto, utilizando un lenguaje sintetizador que apunta hacia la expresión y la fantasía. Nos declara: “Deseo innovar. No me voy a detener mucho tiempo en nada, aunque me guste y le guste al espectador”. Parece asimilar las lecciones picassianas respecto a la experimentacion y el cambio como la verdadera sangre del arte y que no se trata solamente de buscar, sino de encontrar. Aguilar concluye: “prefiero buscar sin encontrar nunca; que de mi salga algo nuevo que a mí mismo me sorprenda”.
En algunas obras luce con más rigor, en otras lo hallamos un tanto atenuado; lo interesante es que hay talento en él y ganas de avanzar. Sus cuadros “Entre el bien y el mal”, “Esclavitud visual”, “Consumación desenfrenada”, “Edén destruido”, presentan un gran contenido social, visual y de concepto.
Por el camino hay muchas tentaciones, ante las que algunos creadores han sucumbido. Que mantenga sus paradigmas en decisivo para Ángel Braulio Aguilar.
Juan Hadatty Saltos. Sociólogo de Arte.
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Ángel Aguilar y su plástica caricaturesca
Ángel Aguilar es un plástico lojano cuya producción se viene dando desde algo mas de dos décadas atrás. Se inscribe también en los registros académicos micro profesionalizantes de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Loja.
Al igual que varios de mi generación, Aguilar también se ha involucrado en un suscitante proceso de búsqueda y consolidación de propuestas pictóricas, si bien emparentadas con las tendencias universales de mayor proyección como la expresionista, básicamente, con ninguna de ellas identificado a ciencia cierta, ni a cabalidad. Mas bien, Aguilar ha optado por experimentar con elementos figurativos y técnicas de expresión sincretizados y adaptados a sus propósitos sémicos.
TÉCNICAS DE TEXTURACIÓN
En la texturación de sus propuestas se observa, con sostenida frecuencia, su natural tendencia a la permanente búsqueda de expresividad, a través de la mezcla y compaginación de técnicas tradicionales como el óleo, el acrílico, el lápiz de color, el carboncillo, el collage y varias otras, hasta lograr cuajados efectos visuales, conceptuales, afectivos, y sentimentales en el observador que se siente impactado, tanto por los mensajes que se codifican en temáticas de raigambre costumbrista social, como en la manipulación intensionada de la imagen y el manejo altamente subjetivo del cromatismo utilizado sin límites hasta lo exuberante y poderosamente llamativo.
MOTIVACIÓN E INTENCIONALIDAD
Para Aguilar, el acto de pintar se constituye, como no puede ser de otra manera en plásticos de su talla y talento propositivo, en un impulso existencial para comunicarse desde la percepción de una realidad socio–cultural captada con la mirada crítica, irónica y burlesca de un comportamiento humano, tanto individual como colectivo, atrapados en la manipulación del marketing intecionalmente dirigido hacia la clasificación del hombre vulnerándolo en sus efectos, sentimientos, creencias y convicciones para trasformarlo en tierra de nadie, en ser sin otra identidad que la que circunstancialmente le ofrece la moda advenediza, despersonalizada y despersonalizante.
Lo caricaturezco es un propósito preconcebido de Ángel Aguilar. Su capacidad sensorial y perceptiva se lo permiten hasta niveles significativos de logro, sin querer decir por ello que ha logrado en la totalidad del significado.
El tratamiento antropológico en la plástica de Aguilar está connotado por aquellas situaciones límites en la que transcurre la vida de seres humanos contextualizados en una sociedad de consumo.
El distorsionar la figura humana, para su lenguaje anatómico y gestual codificar y encarnar la sátira, la sensualidad, la lascivia, la pasión y el vicio, es elemento icónico estratégico inherente a la texturación plástica del artista. De esta manera Aguilar se mueve en los parámetros, tanto del neo-realismo, como de la nueva figuración y exprsionismo, sin dejarse atrapar en su rigidez conceptual, sino liberándose para instaurar un proceso de comunicación con propósitos reflexivos analíticos y críticos, nada camuflados sino transparentes y frontales.
CAMINOS POR RECORRER
Los logros son significativos, de ello no cabe la menor duda, no obstante a ello y conociéndolo como lo conocemos, Aguilar seguirá buscando la manera, la forma y la metodología para adentrarse con amor, fuerza de percepción y conceptualización, en la realidad deshumanizada de la sociedad de consumo, caricaturizar circunstancias situaciones y hechos vivenciados por seres humanos concretos que se agotan en su nihilidad y angustia.
Lic. Jaime Celí Correa – Diario La Hora.
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La pintura de Ángel B. Aguilar, lo ubico dentro de la nueva plástica ecuatoriana, es decir de la nueva poética neofigurativa-expresionista, de corte existencial y simbólica social.
Su trabajo creativo es serio, porque se inicia con la vocación infatigable, con la búsqueda responsable y por el aporte que hace a través de un quehacer íntimo, definitivo con propuesta y de gran factura.
La técnica es apropiada a su temperamento y los colores llegan a nuestra retina, con una pura precisión estética, motivando en nosotros una contemplación significativa, diría, aceptable. Su proceso creativo encierra un contenido y un mensaje netamente humano; el conocimiento lo expresa y deja un mensaje de huella imborrable.
Las imágenes cumplen a cabalidad, un propósito, las figuras humanas, se encuentran solícitas y armoniosas en una atmósfera tropical y nos sugieren una comunicación, su trabajo no está encerrado, se abre sugerentemente, gusta por la autenticidad de su descubrimiento.
Aguilar en la actualidad se expresa con gran proyección y lenguaje universal, su visión irrenunciable y experiencia como artista guía a sus obras a recorrer la cosmovisión del arte, originando una auténtica comunicación, llevándonos espiritualmente a reflexionar y descifrar los enigmas de esta sociedad.
Juan Félix Cortés Espinosa - Escritor Peruano -
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COMENTARIO EXPOSICIÓN DASEIN – DASEINS
Todo artista y obra busca perennidad, trascendencia y comunicación, trabajos que siempre tiene algo que decirnos, abarcan un contenido ideológico, recrean una cosmovisión en el caso de la pintura es voz colgada, en una pared; por tanto es un objeto social, tiene realidad.
La obra de Ángel Aguilar, parte de esa objetivación, investiga, tiene conocimientos, demostrado en el uso que hace del color, el ritmo que presentan los cuadros, el enfoque que da a la obra en los primeros y medios planos, es un atreverse a romper con lo académico, con lo establecido, juega con la línea, caracterizando la cotidianidad, la obra tiene aroma y amor por el pueblo; más no por el sistema social y vida que representa y para mí eso da solidez a su trabajo.
La muestra que hoy nos presenta tiene una trayectoria desde 1983 y antes como formación y hoy como profesión. Digo esto porque en el artista se enraíza el mundo como paisaje, con sus problemas sociales, con sus contradicciones y soluciones, hace suya las reflexiones de Andrés Guide “el arte perfecto es el que desde luego tomó conciencia de sus límites”.
Aguilar reconoce que el ser colectivo no solo aprende, sino que aprende del mudo exterior, aprende a observar a interpretar y a trasformar.
Para él, la realidad es un terreno con demasiada extensión y profundidad como para evadirla, cosa que buscan algunas artistas llamados “puros”, “un arte que nada dijera a nadie, sería una forma o un jeroglífico”, “la libertad creadora del artista tiene como límite la necesidad comunicativa de los demás”. Aguilar tiene sabiduría al trabajar con el mundo, él es un constante quehacer.
En esta nueva muestra nos presenta algunas particularidades.
En estos trabajos Aguilar con esta conceptualización moderna fusiona el expresionismo con el neofiguratismo; a su obra no le preocupa la belleza, como tampoco presenta al ser humano desde el ideal clásico griego, más bien lo expresa con su neurosis, tensiones, el miedo, la irracionalidad de la vida en sus aspectos, el alcoholismo, la mujer objeto, esa inseguridad en el mañana, migración, temor al futuro y los demás; se apoya para esto, liberando al color respecto de la forma.
Su especulación tiene como marco referencial el existencialismo, corriente filosófica que recoge la realidad, desde lo absurdo, lo extremo, lo místico.
El nombre de esta exposición DASEIN – DASEINS, son palabras que recogen ese humanismo existencialista, la primera significa SER O ESTAR CON EL MUNDO, la segunda ESTAR CON LOS DEMÁS. Hay tanto por una exaltación al individuo a sus situaciones, pero también a su compromiso: Un YO CON NOSOTROS.
Esos son sus veinte cuadros de mediano formato, trabajados en técnicas mixtas: óleo y esmalte.
Razón tiene Sombart cuando escribe “para el capitalismo la moda es su hija predilecta”.
Aguilar a más de satirizar al mundo y criticarlo, critica también a ese artista moda o más claro a ese arte moda, que se inclina dócil al poder, a la élite intelectual, él cree que tener así la aprobación de ser artista es prostituir el arte.
Con firmeza se desata entonces su trabajo en esas combinaciones pictóricas, geométricas, filosóficas para decirnos que la deshumanización no es producto del arte sino de un sistema social y que deja constancia de lo trascendente que es el ser humano y su irrevocable voluntad comunicativa a través del Arte.
Su obra tiene fuerza y calidad para criticar a la descomposición del sistema y del ser que actúa en él. Pero lejos de gritar nos cuenta que estas contradicciones sociales son pasajeras, la universalidad humana es perdurable.
Como público observadores es importante que apoyemos nuestras explicaciones de esta manifestación artística de Aguilar a la luz de la comunicación, el cambio y la esperanza, que sepamos que las Artes de América y del Ecuador seguirán siendo apoyadas por nosotros siempre que haya esa búsqueda de nuevos contenidos y horizontes de investigación que recojan al ser humano.
Kléber Prieto Ochoa - Sociólogo
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La pintura de Ángel Aguilar
El artista es capaz de vivir una experiencia múltiple: la suya y la de la sociedad colectiva. Por eso es testigo de su tiempo, voz de una época, denuncia de un momento existencial de la humanidad.
Ángel Aguilar observa a su sociedad y capta la angustia del hombre de hoy. Lo presenta en figuras un tanto rígidas, con muecas y rostros sin ojos o miradas extraviadas en una lejanía inalcanzable. Con esto quiere mostrarnos el vacío existencial del hombre de hoy, de esos cuerpos sin alma, de vidas que están aquí –en el tiempo y en el espacio- sin objetivo claro y por eso desconocen la esperanza y se llenan de angustia, sin embargo, como símbolo de la vida natural, destruida por la existencia artificial del hombre–máquina, en sus cuadros suele haber frutas; hay el resultado más vital y vitalizador que la naturaleza ha puesto en la tierra: el alimento producido por el árbol en forma gratuita. Este fruto nutre, vivifica y nos vuelve vitalizadores, transmisores de la vida natural y espiritual. Como se ve, el mensaje de la obra de Ángel Aguilar está lleno de desgarramiento y lleno de la esperanza que laten en el interior del ser humano de hoy, porque el hombre actual atraviesa una crisis, pero puede volver a humanizarse si se conecta adecuadamente con la naturaleza.
Figuras delicadas en tensión existencial; colores adecuados para el mensaje que llevan, los cuales oscilan entre la esperanza y el desgarramiento; rostros coronados de espinas críticas, salvadoras, y rostro coronados de espinas tecnológicas, llenas de misiles y máquinas destructoras conforman la pintura de Ángel Aguilar. Pintura sugerente y actual.
Dr. Jaime Martínez Salguero – Académico de la Lengua Española – Escritor Boliviano.
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Ángel Braulio Aguilar, pintor que va evolucionando su pensamiento en la pintura contemporánea.
“Donde el espíritu del artista es fuerte, los ideales son metas próximas”.
Braulio Aguilar dentro de su pintura se sumerge en el mundo existencial, conflictivo y pasivo.
Su trabajo se va solidificando al usar texturas y aliando metales con partes de desechos tecnológicos productos del consumismo industrial mundial, que representan en su obra la progresión y el desarrollo en su Expresionismo Figurativo.
Tiene una fuerte relación con su medio social, convulsionado y equilibrado con lo pasivo de la zona rural donde el aspecto tropical envuelve parte de su obra, la feminidad estilizada cobra espiritualidad en una gran parte de su trabajo (como la musa inspiradora) su temática va tomando cuerpo al construir su lenguaje sugerente y de pensamiento conservador ante el enorme ruido de las tendencias futuristas del arte degenerativo.
Ángel Aguilar representa el pensamiento de unir a la gran Latinoamérica, ya no es una utopía porque ya estamos rompiendo fronteras y fortaleciendo los lazos entre los países hermanos, que somos.
Jorge Alcoreza – presidente sociedad Boliviana de pintores y escultores, la paz – Bolivia.
. SEXTA ETAPA:
ECLÉTICA - ABSTRACTA (2010 - Actualidad)
A través del tiempo los artistas se han dado cuenta de la necesidad que tienen de evolucionar, mucho más cuando llevan tres o cuatro décadas dedicadas a la tarea creativa. La clave sería preguntarnos que entendemos por ¿evolucionar? y en esto seguramente no nos pondríamos de acuerdo. En todo caso, podemos decidir que un principio básico es no quedarse anclados haciendo lo mismo, en una misma manera de mirar, interpretar y/o difundir la realidad, bien sea la que miro por mis dos ventanas y/o la sentida desde lo interno. Se abren y cierran ciclos y cuando esto lo hace el propio artista nadie lo puede cuestionar porque él mismo decide hasta cuando.
Ángel me ha pedido que comente un poco sobre su sexta etapa que el mismo define como ecléctica abstracta. Lo primero que tengo que decir es que el eclecticismo es una mezcla del arte que el artista hace en esta oportunidad en relación a sus etapas anteriores mediante símbolos, cromatismos, facturas, etc,.. En estos mestizajes que seguramente en América son más entendibles que en Europa hay que tener mucho cuidado para que no pierdan la esencia de las fuentes de las que han nacido y además sean capaces de convivir con equilibrio. No es un estilo particular, es la decisión más bien de un sin-estilo. En cuanto a la parte abstracta estamos caminando hacia una creatividad más libre y subjetiva.
Desde este marco referencial me decido a abrir la página web en angelbaguilar.com y analizo la selección de obras de esta etapa: el título de las obras es sin título, es decir, que el observador vea lo que es y lo que le gustaría que fuera, él mismo “bautiza” la creación. Abundan los rostros que no identifican a nadie en particular sino delatan la presencia humana, el género. Alguna obra con referencias históricas como “collages” de personajes notables, otras veces son bodegones de óleo empastados, contornos futuristas, formas geometrizantes en mosaicos de colores que conviven amigablemente, etc.
Destacaría como denominadores comunes en esta etapa tres cualidades plásticas: la densidad formal con signos y símbolos que fluyen por la estructura compositiva de las obras; la cromática viva y poderosa que parece buscar efectos tridimensionales e incluso ilusiones ópticas; finalmente, todo es muy “activo” tiene la fuerza expresiva de la abstracción deliberada con manchas gravitatorias; y, cuando cuadricula en celdas sus representaciones hay un orden que busca el centro, esté en la obra o en la cabeza del artista.
La obra emite un dinamismo evidente, Ángel Aguilar filtra y recrea los símbolos y signos que incluye y los observadores nos quedamos perplejos preguntándonos si no seremos parte de este eclecticismo que compone la carpa del arte: obra, artista y observador.
Dr. JOSÉ CARLOS ARIAS ÁLVAREZ
HISTORIADOR DEL ARTE